viernes, 19 de agosto de 2011

Her Morning Elegance.

No sabía muy bien que comentar esta semana. En general, no han pasado cosas sobre naturales; todo ha marchado sinceramente bonito y tranquilo. Las mañanas siguen siendo igual de ociosas al despertar, y el mundo sigue pareciendo lo peor cuando intento mirar bien. No sé si sabían que mi estado de coma natural, dura hasta el primer recreo, o sea, a las diez de la mañana. Así que si alguna vez he sido más pesada de lo normal con alguno de ustedes en el horario específico, ya sabe que no es por odio, ni por que me cae mal, simplemente porque nunca he sido muy amiga del despertar.
En todo caso, hoy no pretendo hablar de lavados de cara, lagañas, y todo lo que conlleva el encontrarse con la espantosa realidad después de un reconfortante sueño.
Estuve pensando durante todo el día que tema desarrollar. Quizás escribir algún cuento, pero siento que no va con el estilo del blog, después de todo, esta cuestión tiene nota, es para comentar el día a día, y si me voy muy en la volá, el Profesor a cargo me podría llamar la atención; después pensé que podría hablar sobre La vida es Bella, pero ya rayé la papa lo suficiente con el trabajo de Historia y la Segunda Guerra Mundial, dejándome extenuadamente apagada.
Así que, decidí entregar un tesoro en este humilde, no muy colorinche y sincero blog. No caballeros, no es dinero, ni el numero de la cuenta corriente de mi papá (llena de deudas), ni mi contraseña (cueck), ni nada que seguramente a usted, persona a través de la pantalla, pueda conseguir para beneficio de su bolsillo: pero sí alimentará su corazón, sus oídos y su vista.
La primera advertencia, es que lo que viene a continuación, no se clasifica en el género pop (según tengo entendido), especialmente porque el artista, es para nada conocido. ¿Cómo fue que llegó a mis oídos entonces? Tan simple como que un día de verano, en un atardecer de Viña del Mar, cerca de las raíces de un árbol gigante, sonó en un audífono audiblemente delicioso que me llamó la atención, y me hizo acordar que en alguna vida lejana, un ex camarada me la mostró.
La segunda, es que cuando vi el video, me enamoré de él locamente. Si usted tiene atisbo de maravillarle las cosas bonitas y algo de originalidad, sabrá apreciar el por qué. Creo habérselo enseñado a la Javi y nadie más. Principalmente porque tenemos el mismo gusto (o muy parecido) en cuanto a arte visual.
La tercera es que, si no le gusta, entonces esta lejos de compartir los mismos gustos que yo; y si encuentra que no es su estilo musical, sáquese el prejuicio de los ojos y los oídos y recuerde que la música es una sola; la música, esa que es capaz de mandarnos tan lejos, que en algún otro satélite podemos encontrar realidades recónditas; la música, esa que se bien que usted y yo conocemos, incluso si no nos hemos hablado ni si quiera una vez.

Así que ahora siéntese, póngase cómodo, traiga cabritas si quiere, y no pestañee, porque lo que presenciará a continuación, si es que no lo ha visto, le fascinará.

  
Ps. Si cree que fui demasiado exagerada, hágamelo saber.  

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