jueves, 24 de marzo de 2011

Actualidad

Quiero comenzar expresando mi más sentido pésame al Wi-Fi que me dio protección, horas de entretención, carcajadas, y más de una lágrima involuntaria. Porque sí. Mi Internet ha sido asesinado entre las garras de un padre inexperto y manitos de hacha. ¡He estado desconectada del mundo! Mientras hago mis tareas adelantadas, porque no tengo nada mejor que hacer por las tardes, me pregunto que estará pasando en Facebook, o en mi Tumblr, o hasta en Twitter. ¿Y mi Blogger personal? No actualizo desde principios de marzo… Luego, la desesperación, se resume a la ventana de mi pieza para intentar captar señal. Y nada. Todos mis vecinos fantasmas, además de no sonreírme por las mañanas, no son capaces de pensar en que una pobre adolescente está intentando adaptarse al mundo de las redes sociales.
Pero bueno. Sinceramente, y viéndolo desde un punto objetivo, me ha servido mucho esto de no tener distracciones. Si digo que haré mi tarea de Electivo de Historia o Historia común (Concordarán conmigo que es en lo que más tenemos trabajo) la hago, sin interrupciones, sin pausas. Directo al grano. Y hasta ha sido fructífero. He estado relajada, y hasta con tiempo para conversar con mi mamá, y ayudar a mi hermana con esas tareas manuales tan entretenidas que te dan solo cuando estás en Pre-Kinder. Tiempos mejores...
Cambiando completamente el tema, y dejando la nostalgia de lado, ¿Alguien me quiere enseñar como poner música en el blog? Se lo básico no más, en general nunca me doy el tiempo de investigar todo esto de las aplicaciones. Hay muchas canciones buenas (Según yo) que me gustaría compartir aquí.
No sé si se cumplieron las cuatrocientas cincuenta palabras, quizás sí, quizás no, pero sinceramente no sé que mucho más contar aquí. La semana se ha pasado l e n t a m e n t e. Demasiado diría yo. En especial con esas exquisitas, entretenidas y deliciosas ocho horas de matemáticas semanales. Una ayudantía gratis a mis ya, poco sinápticas neuronas.
Me despido.


domingo, 20 de marzo de 2011

Media/venida.

¿Nunca han tenido esa incómoda sensación en el pecho, que dice en voz bajita que todo el esfuerzo hecho se va a ir directo al tacho de la basura? Porque les juro que la escucho (A no ser que mi esquizofrenia este comenzando en ir en aumento), y me molesta.
No tengo nada contra la idea de este blog, de todos modos. De hecho, desde un principio me pareció entretenido, nunca antes hecho y por sobre todo, interesante el hecho de tener que compartir con mis compañeros (y quizás algún otro que se pasee por aquí) mis primeras últimas semanas escolares. Mas, siento que son varias las cosas que se nos vienen a la semana, y sinceramente, aunque esto de escribir para mi sea mi vía de escape, de transe, de todo lo que soy en gran medida, significará más organización de la que no estoy tan acostumbrada. Algo así como tener responsabilidades escolares, y a la vez, recreacionales. Estudiar, pero respirar. Dedicarse, pero no estresarse.
Eso sí, caí en cuenta que un alumno de cuarto medio necesita un poco más de presión. Pero por favor, profesor Luis, usted que seguramente estará leyendo esto, dígale (a sus colegas) que no se vayan al cerdo con pruebas. Solo eso. Que se acuerden de todo el peso psicológico que pasaron estando en esta etapa tan importante y decisiva de sus vidas.
En cuanto a esto, no sé si todos saben que quiero estudiar Literatura (Me parece que sí, porque secreto de estado, no es) pero definitivamente, estoy viendo que profesora no seré. Principalmente, porque después de darme cuenta que estando entre cuatro paredes, enseñando lo que podría estar desarrollando en carne propia, me dije: “Escritora. Trabajar en una revista, tener mi propia columna”.
¿Se imaginan en una de esas termino trabajando en la Revista del Sábado? Si sigue el mismo sistema de trabajo para comprensión de lectura, sin saberlo, estaré torturando a todos los alumnos del colegio Montahue. Y lo haré encantada.