viernes, 21 de octubre de 2011

Conclusión: paquete de cabritas.

Perdón.
Sé que sabes que estas líneas son para ti, y sé que también conoces la razón del por qué, repentinamente, ventilo un poco de nosotros con los inciertos lectores desconocidos, que puede, aparezcan sin ser invitados por aquí, en dónde está legítimamente permitido tomar posición de oyente entre palabras escritas.
A veces soy demasiado aniñá'. Muy llorona, emocional, mala onda, y otras veces, dispersa como para irme entre las ramas hasta un lugarcito cargado de risas, golpes, tomadas a la ligera; ahí en dónde flotan horas de entrenamiento escondiendo vertiginosas frases desenterradas del espíritu, del alma.
Eres in-creíble. Tanto, que muchas veces me pregunto si es que llego a pesar poquito más que un paquete de cabritas en cuanto a mi forma de demostrar las cosas. Cualquier muestra de afecto a tu lado, es absorbida por tu irracional forma de quererme, de demostrarle al mundo cuan enamorado estás, llevando mi mano sin querer soltarla... Y créeme que a mí me pasa igual; me pasa cada vez que caminamos por la calle, y repentinamente solo son nuestros pies los marchitados de caminar, inmersos en un lugar lleno de nadie. Mi problema es que me cuesta hacerlo demasiado bien.
Sé que no exiges (o no quieres) nada. Sé que por muy raro que hubiese parecido en el Hugo anterior, luchas con tus fuerzas para no hacerme sentir inferiormente romántica. Pero lo soy. Y hagas o dejes de hacer, puedo darme cuenta que, me queda mucho por seguir aprendiendo. 
Aún así, sé que te frustras. Te molesta, y te doy mi palabra de Chinita que estoy intentando hablar ese mismo idioma que tú, de una forma inigualable; que a pesar de no desconocer del todo esa pronunciación, puedo llegar a pronunciarlo de igual forma que tú; de la que a ti, como compañero de carrera, te gusta y necesitas.
Concuerdo con que "Las palabras se las lleva el viento". Pero sé, que estas, las que hablamos y leímos en los ojos del otro, no pueden irse así de fácil; menos cuando tienen tanto peso, y están tan atadas a esto que somos.



Ps. Espero mis disculpas sean adornadas por una sonrisa tuya.
Perdón nuevamente. Y Te Amo.

1 comentario:

  1. No te preocupes amor, seguramente tu detalle no es hablar sino la pronunciación. Y obvio que te responderé con una sonrisa, y otro millón de ellas si lo deseas, no hay por qué te debas disculpar. Te-A-Mo

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