Es como mentir, diciendo que nunca creíste que las nubes fueran de algodón.
Todos lo hicimos. Todos quisimos pasar horas y horas riendo,
jugar con los rayos de sol, cerrar los ojos y volar.
Volar, hasta encontrar un lugar lejano y espacioso, asombroso.
No importa cuanto niegues lo que siempre has creído
En algún momento, volverás a los brazos de tu padre... A los brazos de tu creador.
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